ESTÉTICA ONCOLÓGICA

Eran las 9 de la mañana, un día más de nauseas y vómitos. Salí de la cama, me crucé con ella, le dí un beso y me dijo: – Tengo miedo a peinarme. Yo, quitándole hierro al asunto le dije: – No te preocupes, espérame yo te peino.  Bajé a desayunar intentando hacer un poco…