ESTÉTICA ONCOLÓGICA

Eran las 9 de la mañana, un día más de nauseas y vómitos. Salí de la cama, me crucé con ella, le dí un beso y me dijo:
– Tengo miedo a peinarme.
Yo, quitándole hierro al asunto le dije:
– No te preocupes, espérame yo te peino. 
Bajé a desayunar intentando hacer un poco de tiempo, luego subí las escaleras y ahí estaba ella frente al espejo con el lavamanos lleno de cabellos y en su mano otro poco y ahí estaba yo frente al momento que nunca quería que llegara, cara a cara. Ella mirándome a los ojos, demostrándome lo fuerte que era y con una sonrisa en su rostro como la que tenía todos los días me dijo:
– Ahora tendré mas tiempo, ya no tengo que alisarme el cabello, tráeme unas tijeras que me voy a hacer pañoletas de cada color para mis vestidos, ya verás… estaré preciosa.
Me dió un beso y me dijo:
-Eres mi muñeca. 
Yo sentí derrumbarme, saqué fuerzas pero sólo para correr y salir de casa a llorar donde ella no pudiera verme, no podía permitir que me viera rota de dolor cuando ella me estaba dando una lección de fortaleza, como cada día como cada día.

Esto pasó cuando tenía 17 años y fue uno de los momentos que jamás olvidaré. Por eso, siempre he querido acercar y ayudar a toda persona o familiar que esté en una situación parecida, dándole información a dónde acudir para estar preparado frente a una situación similar. 
Está claro que la caída del cabello no es el único daño colateral que hay cuando una persona tiene una enfermedad como el cáncer, pero sí es uno de los que más afecta a una mujer porque cada vez que se mira al espejo, encuentra una mujer distinta a la que su memoria recuerda. 
En el tocador de “TENEMOS QUE HABLAR” Jenifer Andrés, especialista en estética oncológica aclara las dudas que todos tenemos sobre alopecia y cuidados de belleza para personas que han pasado por tratamientos oncológicos y tienen efectos secundarios o que sufren alopecia total o parcial.

Gracias mami porque tu historia es la mejor lección de vida.