¿CONOCES EL PH DE TU PIEL?

Mucho se habla del pH de la piel, pero realmente sabes lo que significa? 

El pH (potencial de hidrógeno) es la medida que se utiliza para saber el nivel ácido o alcalino de cualquier producto que contenga agua.
El valor del pH va de 0 a 14, siendo 7 el valor neutro, por debajo de este valor es ácido y por encima alcalino.
El pH cutáneo en una piel sana es de 5,5 pero este valor puede oscilar entre 4 (piel muy grasa) y 6 (piel muy seca)
Lo primero que hay que aclarar después de saber qué es el pH cutáneo, es que tu piel no es neutra, es ácida. El manto ácido o manto hidrolípídico, que es esa capa que recubre la piel del rostro es ácido y se encarga de conservar la humedad, bloquear contaminantes y bacterias y es el protector natural de la piel.
Dependiendo de la zona de la piel donde se mida hay una pequeña variación en los resultados pero oscila entre 4 y el 5,6. Específicamente las mediciones del pH de la cara dan como resultado entre 4 y 4,9, resultado muy alejado del 7 que es Neutro. 
 
                                        
La industria cosmética usa el concepto de pH neutro para la piel, lo que puede confundir al consumidor, porque realmente quieren decir es que el producto tiene un pH ácido normalmente de 5,5. Esto ocurre porque publicitariamente es menos agresivo que en la etiqueta de un cosmético diga pH neutro a que diga pH ácido. 
¡Seguramente no lo comprarías!
Los productos limpiadores, como jabones, espumas o geles son generalmente neutros y su uso reseca el manto ácido de la piel dejándola seca y tirante. 
Tras el uso de un producto de limpieza alcalino transcurren entre 2 y 12 horas para volver a alcanzar el equilibrio.
Por tanto, nuestra piel necesita productos limpiadores suaves con pH ácido para no debilitar el manto ácido.
También debes tener en cuenta que el pH varía de acuerdo a distintos factores como la temperatura, la humedad, la edad, la presión, la alimentación, la contaminación o el tabaco y no es el mismo pH que tiene la planta del pie que el de las axilas y que éste también varía ligeramente según el género ya seas hombre o mujer.
 Lo importante es utilizar productos que tengan un pH lo más cercano posible a nuestra piel para no agredirla y en el caso de la limpieza del cutis es recomendable siempre terminar la rutina con el empleo de un tónico que ayude a equilibrar el pH y así recuperar el protector natural de nuestra piel evitando irritaciones cutáneas.