RESPIRA, ES UN MAL MOMENTO NO UNA MALA VIDA.
No recuerdo qué pasó de ahí en adelante, dicen que me desvanecí y justo cuando me llevaban a Urgencias recobré el sentido y cual “Niña del Exorcista” pude expulsar por mi boca lo que me estaba produciendo dolor. Mágicamente en cuestión de segundos todo volvió a la normalidad como si de una mala broma se tratara. La cara de sorpresa de todos era digna de inmortalizar.
Diagnóstico: ERGE (Enfermedad de reflujo gastroesofágico), producida por los cambios repentinos y por malos hábitos al comer, como no masticar bien o comer a deshoras. Pero el médico asombrado me dijo que nunca produce pérdida de la respiración que eso me lo produjo un ataque de #ansiedad al no saber lo que me pasaba y al no controlar mi respiración.
Después de ese día tuve otros episodios parecidos pero supe controlarlos manejando mi respiración y no hubo ataque de ansiedad. Aprendí a conocer más mi cuerpo, a cambiar algunos sencillos hábitos e interioricé lo importante que es saber respirar en el momento adecuado. Por eso detente y respira.